jueves, 22 de julio de 2010
El Mesías
Me hace mucha gracia cuando oigo frases del tipo "voy a hacer el perro" como una referencia directa a la vagancia o la pereza. Pero realmente no le doy demasiadas vueltas porque tengo cosas más importantes en las que pensar.
Soy un pensador incansable que vive en silencio la frustración de su existencia.
Durante estos años he aprendido mucho. Conozco la naturaleza del universo, la fórmula de los viajes en el tiempo, la clave de la inmortalidad, y sobre todo, el don de la predicción, pero no soy ningún mago, tan solo pienso.
Cuando cierro los ojos no solo imagino cosas, contacto con el más allá. No me refiero a la muerte, me refiero al "más allá" de los sentidos. Puedo conectar con la Tierra, con lo más profundo de la Luna, con la oscuridad de los océanos ocultos de Europa y con todos los seres que conforman la existencia.
Puedo resolver cualquier fórmula matemática, y dar respuesta a cualquier tipo de paradoja física. Puedo datar cualquier acontecimiento de la historia, y revelar los secretos más mediáticos de la misma. Puedo hablar con Dios, y convencer al Papa de que Dios no existe.
Pero al despertar, solo pienso en lamerme las pelotas.
Y así es como soy feliz. Eso es lo único que importa.
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